EL
FES
TI
VAL
GUAYAQUIL BAILA COREOGRAFÍAS
Actualmente en la ciudad de Guayaquil encontramos muchos bailarines intentando producir, con su talento, sus propios espectáculos en danza. En alguno de estos espectáculos es común observar coreografías en las que prevalece la tonicidad muscular del movimiento, lo espectacular y comercial, por encima del contenido y concepto artístico.
¿Qué es contenido y concepto artístico para el público y qué es para el que hace la coreografía?
Pregunta que debería prevalecer al momento de coreografiar o ver una coreografía, pero es generalmente el virtuosismo, la acrobacia, el maquillaje y adornos en los vestuarios lo más tomado en cuenta por sus participantes y el público. Expresión, contenido, concepto, ritmo y por ende significado en el vestuario y en el movimiento, en deuda y duda.
El coreógrafo está llamado a prepararse, dentro de la reflexión e investigación, para llegar con el movimiento a su propuesta coreográfica. El público debe recibir pautas claras que lo ayuden y guíen a sentir emociones, posturas y pensamientos.
La danza en su coreografía es comunicación, fuente de información y aprendizaje en doble vía, tanto para el creador, porque lo vuelve un investigador, como para el público, al ser receptor.
Se considera que una propuesta en coreografía debe tener la experiencia creativa del movimiento, manejar recursos conceptuales que involucren comunicación significativa, valor estético, visual y referencial.
Cuanto más se cuente con espectáculos en que se apoyen las tendencias vanguardistas en expresión coreográfica, más seguridad alcanzarán los bailarines y coreógrafos para proyectarse profesionalmente, y mejor será la calidad de espectáculos de danza en Guayaquil.